Brenda Gutiérrez e Isabel Pagán son mujeres que rompen barreras y hoy se abren paso en el mundo de la maquinaria pesada.

La valentía y determinación de muchas mujeres han impulsado cambios significativos en sectores que tradicionalmente eran dominados por hombres, como es el caso de las carreras técnicas duras. A pesar de ello, en la actualidad, siguen desafiando las expectativas y marcando la diferencia en campos donde la presencia femenina aún es escasa.

Brenda Gutiérrez Tito: empoderamiento en la Electrotecnia Industrial

Brenda, de 27 años, pensó estudiar la carrera de Administración, pero gracias al aliento de sus instructores, descubrió su pasión por la Electrotecnia Industrial. A pesar de la inicial desaprobación de su padre, quien provenía del ámbito minero, Brenda culminó su carrera y encontró el éxito como técnico en reparación de componentes en la empresa Komatsu – Mitsui.

«Al principio, mi padre no estaba seguro de mi elección. Venía de trabajar en minería y no veía con buenos ojos que su hija siguiera un camino diferente al que tenía pensado inicialmente. Pero seguí adelante con determinación y ahora estoy orgullosa de lo que he logrado», compartió Brenda.

Enfrentando la realidad de ser una de las pocas mujeres en su carrera, se apoyó en sus compañeras y en la guía de sus docentes en SENATI. «Estudiar una carrera de ‘hombres’ no fue fácil, pero gracias al apoyo de mis otras dos compañeras e instructores, aprendí a superar cualquier obstáculo que se presentara en mi camino», agregó.

Hoy en día, Brenda desafía los estereotipos revisando, evaluando y modificando diversos componentes de los gabinetes de control de camiones para minería, demostrando que las mujeres pueden sobresalir en el campo que elijan.

Isabel Pagán Vega: Forjando un camino en la Mecánica Automotriz

Isabel Pagán, instructora de la carrera de Mantenimiento de Maquinaria Pesada para Construcción de la sede Independencia de SENATI.

Isabel es un ejemplo de valentía y perseverancia. Su historia en el rubro inició cuando a los 13 años encontró a su padre reparando el carro de la familia junto a sus hermanos. Su curiosidad y fascinación por la mecánica la llevó a desafiar las expectativas de género y seguir su pasión por las maquinarias.

«Recuerdo que mis padres tenían miedo. En esa época, ver a una mujer meterse en el carro y embarrarse de grasa, no era común. Además, las mujeres estaban destinadas a estar solo en la cocina. No fue fácil entrar al mundo de la mecánica cuando empecé a estudiar en SENATI, y tratar de amoldarme a la rudeza y fuerza que esta carrera demandaba en esos años, pero, finalmente, lo logré”, explicó.

En su familia esperaban que se convierta en enfermera, pero Isabel nunca dudó de sus habilidades y siguió adelante con determinación. Hoy es instructora de la carrera profesional técnica de Mantenimiento de Maquinaria Pesada para Construcción en SENATI, donde empezó su camino profesional.

“Como docente, me enorgullece ver más mujeres interesadas en ingresar a la industria de la maquinaria pesada. Si yo pude hacerlo, estoy segura de que ellas también podrán. Solo deben ignorar los comentarios que no sean alentadores y el machismo que aún existe, porque las mujeres lo podemos todo», finalizó Isabel.

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