¿Cómo SENATI se convirtió en un referente de la educación en el Perú? Seis décadas de crecimiento son narradas a través de las historias de sus jefes emblemáticos

Un camino de oportunidades

Veinticinco años parecen una eternidad, pero, para Judy Muñoz, jefa del Centro de Tecnologías Ambientales, parece que fuera ayer que llegó a SENATI. Era 1995 cuando gracias a su experiencia en Ingeniería de Industrias Alimentarias ingresó a un programa de capacitación para mypes en la sede Chimbote. Este fue el inicio de un largo camino de aprendizaje mutuo.

A lo largo de su trayectoria, vivió momentos muy significativos, como el tiempo que estuvo en San Martín brindando asistencia técnica para potenciar emprendimientos agroindustriales liderados por mujeres. O la vez en que ganó una beca para estudiar Gestión de la Calidad y Medio Ambiente en la Industria Alimentaria en Alemania.

A mediados de 2006, Muñoz integró la nueva Gerencia de Desarrollo de SENATI, empezando su acercamiento a los temas ambientales. En 2011, gracias al proyecto de Cooperación Técnica Triangular Brasil-Perú-Alemania; la institución educativa y Judy cumplieron uno de sus mayores anhelos: crear el Centro Tecnológico Ambiental (CTA). Luego de una década de arduo trabajo, el CTA tiene cuatro carreras y unos 90 cursos y programas de capacitación continua. La carrera de Tecnología Ambiental, con la que el CTA se inauguró, inició con 54 estudiantes y hoy ya son más de 500.

Querida alma máter

Hay una fuerte conexión que une a Rigoberto Carrión con SENATI. No solo lleva trabajando allí desde 1973, sino que es exalumno senatino. En aquel tiempo, algo que llamaba su atención era la posibilidad de acceder a convenios internacionales y es precisamente gracias a una de estas alianzas que pudo estudiar en el Instituto Peruano-Suizo Philipp Emanuel von Fellenberg, en 1970. Y, tres años después, sumarse a las filas de su alma máter como instructor auxiliar de taller.

Algo que lo llena de alegría es saber que estos beneficios se han mantenido y mejorado. Hoy, SENATI cuenta con 100 alianzas estratégicas que permiten a los alumnos disfrutar de experiencias educativas de talla mundial. Por otro lado, recuerda Rigoberto, “la formación de los instructores era muy alta”, comenta. Una fortaleza que también se ha mantenido. Como ejemplo, están aquellos viajes a Brasil, Suiza o Estados Unidos, que realizó para actualizarse antes de convertirse en el jefe de la Escuela de Metalmecánica.

Otro de los hitos fue la creación del laboratorio de realidad aumentada para soldadura, iniciativa que hizo posible que los alumnos mantuvieran su educación durante pandemia. Desde el 2020, Rigoberto Carrión es el jefe académico de la Dirección Zonal Lima-Callao, un nuevo desafío, comenta, que solo viene acompañado de mucha gratitud hacia SENATI, “por ser una institución dedicada a engrandecer la industria nacional”.

Rigoberto Carrión, exalumno senatino y actual Jefe Académico de la Dirección Zonal Lima-Callao

Transformación revolucionaria

Para Walter García, jefe de la Escuela de Tecnologías de la Información (ETI) desde 2017, es difícil pensar en un solo estudiante destacado de su especialidad. Se le vienen a la mente las alumnas de la carrera de Desarrollo de Software que trabajaron para IBM o aquellos jóvenes de Soporte y Mantenimiento de Equipos de Computación, que “gracias a su corazón 100% senatino, logramos convencer para que dicten clases como instructores de la escuela a tiempo parcial”, refiere.

Su carrera en SENATI comenzó en octubre de 2011 como instructor de TI, cuando se lanzó el primer Programa Nacional de Informática (PNI), una propuesta educativa innovadora que inicialmente solo ofrecía cursos de extensión profesional. Con los años, el PNI se convertiría en una de las mejores alternativas de formación tecnológica para los jóvenes peruanos, a través de la renovada Escuela de Tecnologías de la Información.

Walter García, jefe de la Escuela de Tecnologías de la Información junto al equipo de la ETI

Hoy existen triunfos que hacen que la ETI celebre: lograr que la sede Independencia sea la primera academia CISCO del Perú por tres años consecutivos y ser uno de los institutos pioneros en incorporar contenidos de partners como ORACLE y AWS. Además de ser la institución líder en proponer las carreras más demandadas del futuro como Ingeniería de Software e Ingeniería de Ciberseguridad. “Es un honor decir que hace unos años solo teníamos ocho instructores y ahora somos un equipo de 50 personas que atienden a los más de 2 mil estudiantes de nuestra escuela”, sostiene Walter.

Educación de exportación

Aunque trabajó en algunas de las principales empresas de exportación textil del país, para Ilse Rivas nada fue más gratificante que ingresar a SENATI. En 2011 llegó para asumir la jefatura del Laboratorio del Centro Tecnológico de Textiles y Confecciones (CTTC) y desde ahí generar valiosos aportes para la institución, como hacer del CTTC el único laboratorio acreditado con la Norma NTP ISO/IEC 17025 por el INACAL, con el Sistema Integrado de Gestión ISO 9001, ISO 14001 y OHSAS 18001. “Fue un reto importante, ya que SENATI es conocida como una institución de prestigio que brinda servicios a la industria textil, de confecciones y afines”, explica Rivas.

Ilse Rivas, Gerente Centro Tecnológico de Textiles y Confecciones

Entre los servicios que ofrece el CTTC se encuentra el laboratorio para pruebas de ensayos, el cual garantiza la calidad de los productos de empresas, evaluados por un ente independiente y con gran competencia técnica como SENATI. Con orgullo, la ahora gerente del CTTC destaca: “hemos logrado ser reconocidos como laboratorio certificado para marcas de exportación de la talla de Polo Ralph Lauren y Lacoste”.

Y mediante los servicios de Capacitación Continua, colaboradores de empresas aportantes a SENATI acceden a cursos sobre Gestión de Calidad, Formación de Auditores de Calidad Textil y Confecciones, entre otros. El CTTC lleva instruyendo a más de 2 mil participantes no solo del Perú, sino también de México, Ecuador y Argentina. Ilse Rivas agradece por estos casi 10 años en SENATI. “Somos una gran familia comprometida con la educación, la innovación y la creatividad”, puntualiza.

Corazón senatino

Ing. Pedro Sotelo, Ex Jefe de la Escuela de Automotores

A pesar de haber concluido una gran etapa al servicio de la educación junto a SENATI, Pedro Sotelo siempre será un personaje muy querido por la institución. Desde su ingreso en 2003, como instructor de la Escuela Superior de Tecnología, Sotelo menciona tener cientos de recuerdos. Sin embargo, hay uno en especial que siempre regresa.

“Al inicio enseñaba en los laboratorios de electrónica y me llamó mucho la atención la diversidad de equipos y materiales para el aprendizaje de los estudiantes”, refiere. Una ventaja competitiva que, con los años, le permitió a SENATI destacar respecto de otras instituciones.

Debido a su dedicación profesional, en mayo de 2017, Sotelo asumió el cargo de jefe de la Escuela de Automotores, una experiencia enriquecedora donde se lograron valiosas colaboraciones con empresas relacionadas al sector automotriz, como el convenio de cooperación con DIVEMOTOR, mediante el cual consiguieron dos tracto-camiones para la formación académica. La alianza con SIMUMAK, con la que accedieron a herramientas de formación digital y un simulador de montacarga, o el acuerdo suscrito con la ONG Plan Internacional – HYUNDAI, gracias al cual 65 alumnos de la carrera de Mecánica Automotriz fueron becados.

A puertas de cumplir 60 años, Pedro Sotelo desea extender un mensaje a la que siempre considerará su casa: “Felicito a esta gran institución por cumplir el deseo de muchos hogares, de lograr una carrera para algún integrante de su familia y así contribuir al desarrollo del país”.

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