El metaverso industrial introduce la idea de un cosmos digital donde las industrias pueden interactuar y colaborar de maneras que van más allá de los límites de la realidad física.

Los ingenieros de la empresa multinacional fabricante de aeronaves Airbus ya no necesitan construir maquetas ni desplazarse hasta los hangares para diseñar y personalizar las cabinas de sus aviones. Ahora, a través del uso de avatares, cascos de realidad virtual, gafas de realidad aumentada y otras tecnologías inmersivas, estos profesionales se desplazan por el interior de cabinas virtuales, probando diferentes propuestas de colores, la forma y distancia entre los asientos, o el tamaño del pasillo y de los compartimientos superiores, haciendo modificaciones en tiempo real.

Con este avance, que fue presentado en junio del año pasado en el Salón Aeronáutico de París, Airbus ingresa de lleno en el metaverso industrial, término que se refiere a la convergencia entre la realidad virtual, la inteligencia artificial, los gemelos digitales y la conectividad avanzada, con el objetivo de potenciar los procesos de diseño y fabricación de las industrias.

Entorno digital expansivo

En el metaverso industrial, la realidad virtual se convierte en la puerta de entrada a un entorno digital expansivo que contempla tanto la integración del Big Data, así como las simulaciones de entrenamiento o recorridos virtuales, tal como ya lo está haciendo Siemens para entrenar a sus empleados en el manejo de equipos de producción, o Volkswagen, que apela al metaverso industrial para facilitar la colaboración global en proyectos de investigación y desarrollo, que apuntan a mejorar sus procesos de fabricación.

Y he aquí una de las características más impactantes del metaverso industrial: su capacidad para superar las barreras geográficas, impulsando con ello la colaboración y la innovación a niveles sin precedentes. De acuerdo al más reciente informe de Deloitte sobre tendencias tecnológicas, se prevé que para 2030 los ingresos globales derivados de la aplicación del metaverso industrial superarán los US$ 100.000 millones.

A diferencia de los videojuegos inmersivos, las experiencias de viaje digitales o la compra de ropa virtual, que fueron algunas de las primeras aplicaciones de aquello que Meta nos presentó como metaverso en el año 2021, el metaverso industrial marcará un impacto trascendental en la forma en cómo se elaboran, producen y comercializan los productos, impulsándonos hacia una quinta revolución industrial.

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