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La NASA (Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio), el cénit de la ciencia y de la técnica, lanzó el “Human Exploration Rover Challenge”, un concurso que busca el mejor prototipo de vehículo para la futura exploración de Marte.

Dos exsenatinos, Ruth Manzanares y Elvis Bello, participaron en el desarrollo de la propuesta peruana y comandaron el grupo Deimos, un equipo multidisciplinario que partió hacia la NASA el 10 de abril, para presentar un rover tan potente y veloz que ganó en la categoría de más rápido entre unas 50 propuestas (de 30 países) que se presentaron al concurso.

La experiencia y pericia de los senatinos fue fundamental en la construcción del rover, que ha sido diseñado considerando las características del suelo y el ambiente de Marte. El prototipo peruano, que sería capaz de circular fuera de la Tierra, demoró un año en ser diseñado y producido.

Ruth Manzanares cuenta que el prototipo se realizó con un equipo de estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), institución donde actualmente labora. El rover es básicamente un vehículo plegable de aluminio con algunas aplicaciones de acero, para lograr la torsión.

“La idea de este proyecto es que pueda ser utilizado en Marte, usa llantas especiales y se ha contemplado también el desgaste. Transporta a dos personas que van de espaldas para poder tener una visión de 360°. Además, tiene doble tracción con fuerza, para avanzar o ir en reversa. Asimismo, el vehículo tiene mucha adherencia”, indica Manzanares.

El aluminio se utilizó con el objetivo de reducir el peso del vehículo, sin embargo, se necesitaba un experto en soldadura, es ahí donde entró a calar Elvis Bello, quien se desenvuelve con soltura gracias a la formación recibida en SENATI.

Para elaborar el rover, se aplicó una soldadura por arco eléctrico TIG (utilizada especialmente para materiales de aluminio) a fin de robustecer su estructura y GMAW.

Elvis fue invitado a participar del proyecto por Ruth. Cuando se enteró que era para el “Human Exploration Rover Challenge” de la NASA, sintió un sacudón. Se trataba de una contribución y un compromiso, pues el proyecto no conlleva ninguna retribución económica, sin embargo, la idea de aplicar sus conocimientos en un vehículo que será evaluado por técnicos de la NASA, lo animó a integrarse al grupo.

El prototipo fue puesto a prueba en la sede principal de la NASA, ubicada en Alabama Estados Unidos. Allí, circuló por terrenos llenos de huecos, asteroides, arenas movedizas, colinas de hasta 30 grados, piedras y hasta ranuras que simulan suelo marciano, logrando completar las pruebas en tiempo record. El vehículo tuvo que pasar 14 obstáculos.

PROMOTORES DEL PROYECTO

Ruth, quien enseña diseño industrial en la PUCP, indica que la idea de concursar en el “Human Exploration Rover Challenge” nació de un curso que tuvieron los estudiantes, pero que la motivación fue tan intensa que finalmente se decidió a representar al país en esta competencia promovida nada menos que por la agencia espacial estadounidense.

Ella suele motivar a sus alumnos con un lema, el cual repite a quien ingrese a su aula: “Cuando me demuestran que quieren aprender, mi corazón negro, frío y solitario se vuelve humano”. Es en ese sentido que los empuja a desafiarse, a continuar experimentando; los motiva y si no logra que ellos aprendan, aplica la disciplina de las notas.

Suele ser muy pragmática. Está convencida que la teoría sin la práctica se olvida o sencillamente no logra mucho y esta ley ha sido permanente en su vida. Es por eso que llegó a SENATI. “La práctica me la dio esta institución”, afirma.

Es la primera vez que un grupo peruano participa en el desafío convocado por la NASA. Muchos países ya tienen una tradición participando en este tipo de concursos. Es el caso de Costa Rica que ha ganado muchas veces. Antes de partir, Ruth estaba convencida que su grupo tendría un desempeño destacado, y no se equivocó.

Ruth egresó de la Escuela de Mecánica Automotriz en el año 2004. Estaba en el turno noche a través de la Calificación de Trabajadores en Servicio (CTS).

Llegó a SENATI, cuando en paralelo cursaba una carrera universitaria. “Lo hice porque sentía que, aunque tenía la teoría, me faltaba la parte práctica”. Necesitaba estar en contacto con los fierros”, precisa. Lo había hecho desde niña y nunca le fue mal, reparó la bicicleta de su hermano y la dejó como nueva. Dice que siempre suele retarse y competir. Por ello busca oponentes ganadores.

Tiene tres maestrías y un doctorado. Ruth busca desafiarse: es algo que aprendió de su padre; él fue el único que se alegró cuando ella decidió dedicarse a la mecánica. Cuando se reta no se achica, por el contrario, dice que es la oportunidad de demostrar que ella puede. En SENATI, algunos profesores pensaban que estaba en la mecánica por error, y demostró que no era así.

Recuerda que en un examen un profesor la retó a encontrar el problema en un vehículo. Pasaron varios alumnos antes que ella. Se demoraron o nunca lo lograron. Ruth lo hizo en menos tiempo. El profesor sonrió sin creerlo, mientras ella, autosuficiente, volteó y se alejó. También rió por la satisfacción de confirmar que nadie le regalaba nada por el hecho de ser mujer, sino por saber.

SOLDADOR UNIVERSAL

El prototipo de vehículo explorador de Marte no hubiera sido posible sin los nudos firmes de sus soldaduras. De esto se encargó Elvis, quien egresó de la Carrera de Soldadura Estructural en el 2007.

Pese a que en su niñez estuvo rodeado por máquinas soldadoras y nodos, pues su padre era carpintero metálico, se dio cuenta que necesitaba la ayuda de SENATI para realmente saberse un soldador profesional.

“En mi casa, mi padre tenía un pequeño taller. Yo empecé a soldar desde los nueve años”. Esta experiencia lo hacía considerarse un capo en soldadura a tal punto que creía que “nadie podía enseñarme nada más”, indica meneando la cabeza, pues asevera que los que creen eso están en un error.

No era lo que él creía. El universo de la soldadura era mucho más: calificación de metales, técnicas de soldadura, tipos de soldadura y un largo etcétera. Elvis explica que SENATI es una institución de formación y no simplemente una de entrenamiento. En ese sentido, sostiene haber aprendido habilidades blandas en sus aulas y talleres, aspectos que ahora aplica como instructor y docente.

Cuando se enteró que consiguieron la calificación para participar en el “Human Exploration Rover Challenge”, lo primero que hizo fue ir a buscar a su madre, quien se suele emocionar con sus logros. “Me abrazaba cada diez segundos”, recuerda.

Como en otras oportunidades, ambos recordaron a su padre, quien falleció solo unos meses antes de que él terminara su carrera en SENATI.

“Soldadura es una de las carreras técnicas más cotizadas, pues es capaz de llevarte a cualquier parte del mundo. Agrupa una serie de conocimientos como el saber metalurgia, el material Y su composición”.

Elvis hoy es docente en una universidad. Él atribuye este logro a los profesores de Senati, quienes le enseñaron a portarse como instructor. Recuerda que empezó a dar clases cuando apenas tenía 22 años, pidiendo ayuda a los más veteranos. Fue el instructor Luis Chiroque quien le infundió valor, lo presentó ante sus alumnos, dándole confianza. “Ya me viste, ahora hazlo tú”, le susurró Chiroque en el oído antes de abandonarlo frente al grupo de estudiantes.

Subraya que soldadura es una de las carreras técnicas más cotizadas, pues es capaz de llevarte a cualquier parte del mundo.

“Agrupa una serie de conocimientos como el saber metalurgia, el material, su composición, el comportamiento de la soldadura, etc.

“Vino una vez un estudiante que quería soldar aluminio con acero para una tesis. Yo le dije que no se podía por lo que lo planteamos como una negativa, pero ¡se hizo!”.

Cuando Elvis se involucró en el proyecto, puso a disposición del grupo toda su paciencia y conocimientos, logrando que el vehículo respondiera ante las exigencias impuestas por la NASA e incluso la naturaleza, pues fue ella, a través de una tormenta, la que amenazó con dar término al concurso e hizo que se pospusiera la premiación. Sin embargo, al día siguiente recibieron la gran noticia: Eran los ganadores en esta categoría del vehículo más veloz.

Tanto Ruth como Elvis se encuentran satisfechos de lo logrado y saben que pueden alcanzar mucho más. Junto a sus estudiantes se encuentran revisando su proyecto a fin de mejorarlo y, quién sabe, postular a otros concursos de cualquier parte del mundo.

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