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SENATI potenció durante el último año una política de alianzas que ha venido impulsando con decisión desde el año 2015, pero que ha sido una constante en sus 58 años de historia. Solo en 2019 se suscribieron treinta y dos, y a la fecha mantiene cerca de noventa acuerdos activos con empresas industriales y TIC, instituciones educativas, entidades públicas y privadas, además de organizaciones de voluntariado. La mayoría son de carácter internacional, principalmente alianzas con empresas e instituciones de enseñanza europeas, de Estados Unidos y Canadá, y de países de la región como Brasil, Colombia, Chile, Argentina y Bolivia. Un gran porcentaje de los acuerdos nacionales se da con empresas industriales.

Conversamos al respecto con Carlos Hernández, gerente de Desarrollo de SENATI. “Históricamente, la relación con las empresas es muy estructural, y siempre estamos vinculándonos con nuevas tecnologías porque todas las empresas están viviendo la llamada cuarta revolución respecto a su transformación digital, y SENATI no es ajeno a esta tendencia”, explica. 

El resultado es que la institución tiene jóvenes con formación y talento para ayudar en estos procesos, en la creación de aplicativos y en ciberseguridad. “Intentamos que haya una serie de ofertas que se estructuran en las escuelas para suplir las necesidades de las empresas con las que vamos formando convenios, como Huawei, Fortinet, Cisco… Ellas, a su vez, apoyan el desarrollo de las carreras para que docentes y alumnos estén actualizados con las tecnologías que demandan estas empresas”, asegura Hernández.

En el caso de las instituciones educativas, muchas de ellas son universidades o institutos con los que se hace intercambio de experiencias y benchmarking para que los docentes conozcan sus realidades, y que así se dé un proceso de transferencia tecnológica. “Nuestros socios educativos -explica- nos ayudan a mantenernos actualizados, a implementar nuevas líneas de formación técnica acorde con lo que exige la evolución de las industrias, a generar un intercambio de información muy enriquecedor”. 

Esta política de alianzas viene a consolidar un modelo de formación técnica propio de la institución, y la consecuencia es que, al ingresar el mercado laboral, los senatinos tienen un alto índice de empleabilidad porque, por la formación recibida en SENATI, son capaces de aportar, pues han realizado su aprendizaje práctico rodeados de tecnología con la que luego trabajan en las empresas en las que son contratados.

Círculo virtuoso

En la búsqueda de estas alianzas hay una intención recíproca entre SENATI y las empresas y organizaciones, señala el gerente de Desarrollo. “Muchos de nuestros expertos, que enseñan en las escuelas, son líderes en sus sectores y conocen a los proveedores tecnológicos más importantes que prestan servicios a empresas y nos los referencian; ellos saben que los profesionales que necesitan y que requiere el mercado egresan de SENATI”.  Por tanto, “es un win-win : gana la empresa que posee la tecnología porque en SENATI se forman los profesionales que luego trabajarán con ellos, y así se crea un ecosistema virtuoso donde sentimos que todos estamos ganando”.
 
¿Y cuál va a ser la tendencia a lo largo de este año? “Vamos viendo los campos a desarrollar, por ejemplo en analítica y big data, donde tenemos socios identificados con los que queremos trabajar, nos centraremos especialmente en potenciar alianzas para trabajar la electromovilidad, digitalización e internacionalización de la oferta con nuestros socios académicos, ya que tenemos claro que el futuro viene por el lado digital”, concluye Hernández.

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