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En cada región de nuestro país la industria es distinta, pues los recursos con los que se cuenta y la orientación productiva marcan la pauta. Las exigencias de la fuerza laboral son también muy específicas y cruciales para lograr los objetivos de cada sector productivo. En el Perú, SENATI ha logrado tener una relación directa con el sector productivo adaptándose a sus necesidades.

Las 73 carreras que ofrecemos y los más de 4,300 cursos de capacitación que actualmente brindamos, han sido producto del diálogo e interacción constante con la industria, una relación que fue establecida desde el día que se creó nuestra institución. Para el presidente de SENATI, Aurelio Alberto Rebaza, “no importa cuánto cambie la tecnología y la revolución que ésta tenga en las empresas, sociedad y la vida cotidiana, las carreras de SENATI siempre están actualizadas, porque en nuestras aulas se entrelaza la teoría con la práctica. 

Además, “se están realizando importantes inversiones para actualizar la infraestructura y el equipamiento, ya que cambia periódicamente”, agregó Rebaza.

NUESTROS INICIOS

Los empresarios industriales de Estados Unidos habían adoptado el modelo de aprendizaje práctico desarrollado en Alemania, desde inicios del siglo XX, con el propósito de promover su industrialización. Con este modelo, los empresarios industriales brasileños promovieron en 1942 la creación del Servicio Nacional de Aprendizaje (SENAI), contando con la cooperación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

"SENATI siempre ha buscado entrelazar la tecnología y la innovación con los requerimientos de cada empresa para apoyar la competitividad de la industria. En ese sentido, no está al margen de los profundos cambios tecnológicos que hoy revolucionan las empresas. La sociedad y nuestra vida cotidiana". Aurelio Rebaza, Presidente del Consejo Nacional de SENATI

El oficial de la Marina Fernando Romero Pintado, quien después fue el primer director nacional de SENATI, durante la misión de estudios que realizó a inicios de los años 1940, en academias, bases y arsenales navales de Estados Unidos, fijó su atención en el modelo de aprendizaje práctico dentro de las empresas de ese país y al retornar fue convocado por el entonces ministro de Educación, Jorge Basadre, para que realizara la reforma de las escuelas de artes y oficio. Así se convirtió en uno de los primeros en idear el modelo senatino actual que no deja de estar en evolución.

Con esta visión, un grupo de empresarios liderado por el ingeniero Alejandro Tabini, de la Sociedad Nacional de Industrias, creó SENATI, en 1961, bajo el modelo y principio educativo: Aprender Haciendo. Ellos fueron los pioneros que vislumbraron el despegue de la industria peruana y detectaron que ello se reflejaría en una mayor demanda de personal calificado, luego formularon un proyecto de ley que fue nuestra partida de nacimiento. Jorge Castro, quien se desempeñó como Secretario del Consejo Nacional y Sub Director Nacional en SENATI, recuerda cómo se inició una nueva etapa en la historia de la institución, cuando en el año 1985, Wolfgang Spittler, quien por entonces se desempeñaba como nuestro presidente del Consejo Nacional, suscribió “acuerdos específicos para ingresar el Sistema de Enseñanza Dual al Perú y decidió generalizarlo”, inspirado en el Sistema Dual, aplicado con éxito en Alemania y Estados Unidos. 

Posteriormente, nació la necesidad de estar a la vanguardia en equipamiento. Es por ello que se entrelazaron los recursos propios con aportes privados a fin de adquirir maquinaria de última generación. Además, se logró que el estudiante aprenda en el lugar de los hechos, en la industria, realizando las funciones y utilizando los equipos que empleará en su vida laboral, sin dejar de reforzar sus conocimientos en las aulas. 

Luego, se logró descentralizar las sedes de SENATI, situadas en todas las regiones del país, y se pudo dar prestigio y relevancia al profesional técnico, que hoy es el más valorado en las empresas. Además, su nivel salarial ha incrementado, permitiendo una mejora tangible en su calidad de vida. SENATI potencia y toma propuestas educativas gracias a las relaciones que mantiene con algunos países como Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Italia, Japón y Suiza. Mediante convenios de cooperación técnica, ellos nos brindan conocimientos tecnológicos, donan equipos, envían expertos y hasta capacitan a nuestros instructores en sus países. 

"El modelo de SENATI busca que los estudiantes aprendan a hacer las cosas haciéndolas".

Hoy, SENATI es la institución tecnológica más importante del país, con una red de 81 centros de formación profesional en todas las regiones del país, 9 mil 805 empresas que participan en el Aprendizaje Dual; más de 93 mil estudiantes en nuestros programas de formación profesional y un total de 15 mil 853 egresados de dichos programas, en el 2017; entre otras impresionantes estadísticas.

APRENDIZAJE DUAL Y DESARROLLO DE COMPETENCIAS

Los gestores de SENATI sintieron la necesidad de impulsar una educación que formará personas capaces de desempeñarse con eficiencia y eficacia para acceder a empleos productivos y satisfactorios. Jorge Castro, quien contribuyó al desarrollo de lo que hoy es SENATI, nos explicó que este reinventado concepto denominado formación por competencias o habilidades se basa en un aprendizaje vivencial que va más allá de la “simple transferencia de conocimientos. “Es un modelo que tiene como objetivo educativo el desarrollo de capacidades”, aseguró. Además, “desde nuestro nacimiento, propugnamos un modelo que rompió esquemas poniendo en realce el concepto de aprender haciendo”, ahondó.

SOBRE LA CREACIÓN DE CARRERAS Y CURSOS

El proceso para la implementación de una de nuestras carreras se inicia con la conformación de una comisión consultiva que identifica una necesidad en un rubro industrial, realiza los análisis correspondientes, perfila la capacitación que se brindará y las competencias que se desarrollaran en esa nueva especialidad.

Las cifras lo confirman: Esta integración "SENATI-INDUSTRIA" nos ha dado grandes resultados. Actualmente, según una encuesta que nuestra gerencia académica realizó en el 2017 a 3,382 empresarios, en el sondeo del 2017 el nivl llegó al 98.9%, la satisfacción del desempeño de nuestros egresados es sus puestos laborales.

Posteriormente, se configura un perfil para el estudiante y un diseño curricular por proyectos de aprendizaje, todo ello con el fin de formar un técnico capaz de integrarse rápidamente a la actividad industrial. Hay un diálogo permanente, con el sector industrial, orientado a actualizar y afinar el perfil educativo de la carrera técnico-profesional. De esta forma se cierra un círculo entre la preparación educativa y la demanda laboral.

ALINEADOS CON EL DESARROLLO TECNOLÓGICO

La sólida relación que tenemos con la industria también incluye los avances tecnológicos. En ese sentido, en SENATI hemos desplegado distintos acuerdos con las corporaciones, así como con la cooperación internacional para nutrirnos y estar al día con los avances que se van implementando en el mundo. “Estamos observando un nuevo paradigma tecnológico. Hay nuevos retos que SENATI está asumiendo: estar inmerso y en sintonía con los grandes cambios que el mundo exige tener, para poder alcanzar nuestra visión”, indica el presidente de SENATI, Aurelio Rebaza. Teniendo en cuenta las exigencias industriales, hemos implementado carreras como Administración de Base de Datos, Internet de las Cosas, Big Data, Redes y Seguridad Informática. Su desarrollo ha sido complementado con el consejo del sector corporativo, la sapiencia de nuestros instructores y, en especial, la información de nuestro Consejo Directivo.

“En los últimos años hemos desarrollado una estrategia de actualización tecnológica permanente, con convenios de cooperación y empresas difusoras de estos conocimientos tecnológicos de última generación. Ello nos ha permitido implementar centros de excelencia tecnológica que ponen a disposición de nuestros estudiantes tecnología de punta en actividades como soldadura, automatización de la producción, mantenimiento de maquinaria pesada, mecatrónica automotriz, tecnologías ambientales, entre otros”, indica Rebaza.

En los talleres y laboratorios de nuestros centros de formación, ubicados en las ciudades de mayor desarrollo industrial, tenemos las más avanzadas tecnologías aplicadas a la industria, tanto en automatización de los sistemas de producción como en procesos de fabricación y manufactura, tales como mecatrónica, manufactura integrada por computadora, informática para la producción, autómatas programables, instrumentación inteligente y sistemas de control distribuido, tecnologías ambientales, tratamiento de aguas y otros. 

En suma, el vínculo entre SENATI y el sector industrial se sigue fortaleciendo cada año. Se trata de un círculo virtuoso donde hay una suma de esfuerzos. Esfuerzos que parten del diálogo constante y cuyos grandes resultados son la mejora productiva del país y la creación de nuevas generaciones de técnicos profesionales capaces de afrontar los retos tecnológicos en su labor.

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