Cualquier organización, sin importar su dimensión, puede marcar la diferencia en el cuidado del medio ambiente con prácticas simples de ahorro energético.

La energía es un recurso finito, y su uso responsable se ha convertido en una necesidad en un mundo que viene enfrentando serios problemas derivados del cambio climático. Por ello, las organizaciones, sea cual sea su magnitud, deben tener claro que adoptar prácticas de ahorro energético es clave, ya que no solo les permitirá ser más eficientes, sino también asumir un rol activo en la protección del medio ambiente.

Consejos sostenibles para reducir el consumo energético

En ese sentido, la implementación de estas prácticas puede marcar una gran diferencia en el consumo de recursos y en el impacto ambiental de las empresas. Por ello, Judy Muñoz, jefa del Centro de Tecnologías Ambientales de SENATI comparte cuatro consejos prácticos que podrían ayudar a los negocios a reducir su consumo energético y contribuir a un futuro más sostenible:

  1. Optimizar la iluminación: Reemplazar bombillas tradicionales por luces LED de bajo consumo es una de las formas más sencillas y comunes de reducir el gasto energético, disminuyendo hasta un 80% el consumo en iluminación. Sin embargo, implementar sensores de movimiento es otra de las prácticas que también se podría considerar.
  2. Reducir el consumo de equipos: Apagar los equipos cuando no se usen es clave, ya que un equipo en modo espera puede consumir hasta el 10% de su energía total.
  3. Equipos y maquinaria en óptimas condiciones: Los equipos que funcionan de forma ineficiente tienden a consumir más energía de la necesaria. Realizar mantenimiento regular y ajustar las configuraciones de eficiencia de sistemas y equipos será clave.
  4. Cultura de ahorro de energía entre colaboradores: El ahorro energético es más efectivo cuando todo el equipo está comprometido. Capacitar y sensibilizar a los colaboradores sobre el uso responsable de la energía, como apagar los equipos al terminar el día o desconectar dispositivos que no se estén usando, es fundamental.

Ahorro energético: prácticas simples que pueden reducir costos y cuidar el medio ambiente.

Responsabilidad empresarial y formación técnica para un futuro sostenible

“Adoptar estas y otras prácticas de ahorro de energía en los negocios es un acto de responsabilidad empresarial que tiene efectos positivos tanto en la sostenibilidad como en la rentabilidad. La creación de una cultura de concienciación entre los colaboradores permite ser más eficientes y tener un impacto positivo en el medio ambiente, que favorecerá a las próximas generaciones”, señaló la experta.

Finalmente, Muñoz también señaló que, en un contexto donde el sector industrial demanda cada vez más profesionales que respondan a las exigencias ambientales del mercado, SENATI cuenta con carreras profesionales técnicas y cursos en Tecnologías Ambientales, capaces de brindar herramientas prácticas para implementar y optimizar el uso responsable de recursos en cualquier organización, así como la capacidad de afrontar los retos ambientales actuales.

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