Brindamos datos sobre el crecimiento en la implementación del ciber dinero a raíz de la pandemia del Covid-19 y cómo esto optimiza la realización de negocios durante el aislamiento social.

La llegada del Covid-19 nos ha empujado, no solo a tener una nueva normalidad, la cual contempla el aislamiento social y la implementación de nuevas medidas de higiene, sino que también ha cambiado la manera en que realizamos transacciones y compras.

Si bien es cierto, el dinero electrónico ya venía siendo empleado intensivamente en diversos países del mundo, su inserción en el Perú ha sido paulatina, pues se contrapone a las costumbres y cultura propias de nuestro país. No obstante, la pandemia ha acelerado este proceso de adaptación y, a la fecha, los cheques y el efectivo ya vienen siendo reemplazados por la moneda virtual, la cual permite realizar transacciones más seguras, eficientes y rápidas desde cualquier teléfono celular computadora o tablet.

Según datos de las entidades bancarias, la utilización de los nuevos sistemas de pago electrónico ha tenido un crecimiento de hasta el 40 % con respecto a los meses anteriores a la pandemia, lo que demuestra que esta crisis nos está permitiendo acelerar un proceso que en el Perú se desarrollaba de manera gradual.

En ese sentido, Senati cuenta con una Escuela de Tecnologías de la Información en la que se forman profesionales técnicos capaces de programar e innovar en ese y otros rubros de las TIC. Además,  el dinero electrónico constituye una vía moderna, segura y efectiva para minimizar contagios y facilitar la reactivación de la economía de manera exitosa y a la par con lo que se emplea en las principales potencias del mundo.

Existen diversidad de beneficios como, por ejemplo, la posibilidad de realizar transacciones con el mundo y mercados locales a gran velocidad. Así, las personas se independizan y se reducen los costos de comisión que realizan las entidades bancarias.

Es por ello que, el dinero electrónico es hasta más seguro que el físico, pues se aminoran los riesgos de pérdida o robo. Según la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS), todo el dinero electrónico está respaldado por un fideicomiso y la entidad responsable de manejar el dinero es siempre supervisada por la SBS.

Una de las características más importantes, es que el usuario o dueño del dinero tiene mayor privacidad, pues sus saldos disponibles y los movimientos que hace son solo vistos por él y no por las personas que realizan las transacciones en los bancos.  Finalmente, el intercambiar dinero electrónico entre empresas o personas se torna mucho más simple y veloz.

Reconfiguración del empleo

No obstante, la utilización del dinero electrónico, así como de diversas operaciones laborales en la era de la digitalización, conlleva la reconfiguración de varios empleos. En el caso específico del dinero virtual, quizás se reduzca el número de personas que operan frente al público o en atención al cliente, pero se requerirán de más programadores y expertos en tecnologías de la información, capaces de innovar y optimizar constantemente los procesos.

La clave en este contexto es identificar lo que va a requerir el mercado, capacitarse, crecer e innovar. Eso es muy importante para no quedarse y poder insertarse de manera efectiva en el mercado laboral actual y futuro. En ese sentido, las tecnologías de la información son primordiales y responden a las necesidades reales del sector productivo. 

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