Por: Gustavo Alva, director nacional de SENATI
La minería es un pilar clave de la economía peruana, generando empleo y contribuyendo al PBI. Sin embargo, su éxito no depende solo de la explotación de recursos, sino también de la formación de técnicos capacitados para enfrentar los desafíos del sector, en la que instituciones educativas técnicas juegan un rol esencial en preparar a estos profesionales, quienes se integrarán en diversas áreas vitales.
El Boletín Estadístico Minero (BEM) señaló que el empleo generado por las mineras alcanzó la mayor cifra registrada en lo que va de 2024, con un promedio de 231,583 trabajadores al mes de julio, una expansión de 2.5% con relación al indicador del año anterior. Regiones como Arequipa, Áncash y La Libertad son las que más requieren personal, ocupando en total más de 75 mil puestos de trabajo.
Las especialidades más demandadas incluyen el mantenimiento de maquinaria pesada, fundamental para el funcionamiento continuo de las operaciones, evitando cualquier parada mecánica que pueda generar grandes pérdidas económicas. La electricidad industrial también es crítica, ya que una falla eléctrica podría afectar gravemente la seguridad y la producción en una mina.
La automatización ha incrementado la necesidad de especialistas en mecatrónica, quienes operan los sistemas automatizados que se utilizan cada vez más en la operación minera. Otras como la soldadura, instrumentación y control de procesos industriales, y la construcción de estructuras metálicas aseguran el soporte necesario para la minería. Sin estos profesionales, la actividad minera no podría sostener su infraestructura crítica para alcanzar los resultados esperados.
Además de estas áreas directamente relacionadas con el sector, hay carreras complementarias esenciales para su funcionamiento. La gestión de la cadena de suministro es fundamental para asegurar que los materiales y equipos lleguen a tiempo; la higiene y seguridad industrial juegan un rol vital para prevenir accidentes y proteger a sus trabajadores, así como otras especialidades enfocadas en asegurar que se cumplan los estándares internacionales en los procesos y productos.
La educación técnica no solo cubre las necesidades actuales del sector minero, sino que también prepara a los profesionales para enfrentar los retos futuros, impulsando la modernización, automatización y sostenibilidad de la industria peruana gracias al alto nivel educativo y al uso de tecnología de punta, teniendo en consideración que seguirá enfrentando una creciente demanda de personal especializado, subrayando, una vez más, la importancia de la educación técnica en este sector.